Documentología y Lingüística: La importancia de la autenticidad documental en el estudio histórico del lenguaje
- Virginia Spinelli Fernández
- 15 ago
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La documentología aplicada a la lingüística histórica garantiza la autenticidad de las fuentes escritas, base esencial para estudiar la evolución del lenguaje. Ejemplos clave de corpus históricos y autores de referencia.

Introducción
La documentología es la disciplina que estudia los documentos con el fin de determinar su autenticidad, antigüedad y procedencia. En su vertiente forense, se enfoca en detectar falsificaciones, alteraciones o manipulaciones. Sin embargo, su aporte trasciende el ámbito judicial: en el estudio de la lingüística histórica, la documentología resulta indispensable para asegurar que los textos utilizados como fuente sean fiables y representativos.
La historia del lenguaje se ha escrito —y se sigue escribiendo— gracias a documentos auténticos, conservados y analizados rigurosamente. Como señaló Ferdinand de Saussure en su Curso de Lingüística General, la lengua es un hecho social que se manifiesta en la escritura, y el análisis de esos testimonios escritos es clave para comprender su evolución.
Documentología aplicada a la lingüística histórica
En historiografía lingüística, la primera etapa de investigación es la selección del corpus documental. Autores como José Luis Ramírez Luengo y Marli Quadros Leite han destacado que la base documental es tan relevante como la teoría: un análisis profundo carece de valor si las fuentes son dudosas.
La documentología lingüística aporta:
Validación de autenticidad mediante análisis materiales (papel, tinta, soportes).
Determinación de datación y procedencia.
Identificación de autores o escribas.
Detección de interpolaciones o ediciones posteriores.
Esto asegura que el corpus refleje con precisión el momento histórico y la variedad lingüística que se desea estudiar.
Corrientes historiográficas y mirada interdisciplinaria
La Escuela de los Annales expandió el concepto de fuentes históricas, incorporando la cultura material y el contexto social. Aplicado a la lingüística, significa que no basta con transcribir un texto antiguo: es necesario comprender su soporte, su proceso de producción y el contexto sociolingüístico de su creación.
Autores como Gómez Asencio y Pierre Swiggers proponen una metodología flexible que combine el análisis documental con enfoques filológicos, paleográficos y digitales, aprovechando herramientas de humanidades digitales como Voyant Tools o Gephi para mapear tendencias y relaciones en corpus históricos.
Ejemplos concretos de estudios lingüísticos históricos
1. Cantar de Mio Cid
Copia manuscrita del siglo XIV, base del estudio del castellano medieval. La documentología permitió:
Datación precisa del pergamino.
Identificación de interpolaciones.
Confirmación de autenticidad para estudios de léxico y morfosintaxis.
2. Cartas de relación de Hernán Cortés
Fuente clave para analizar el español del siglo XVI en contacto con lenguas indígenas. La validación documental confirmó:
Procedencia de copias impresas a partir de manuscritos auténticos.
Conservación de rasgos ortográficos originales.
3. Glosas Emilianenses
Primeras manifestaciones escritas del romance hispánico.El análisis documentológico permitió:
Diferenciar manos de escribas.
Determinar si las anotaciones fueron coetáneas al texto base.
4. Códice Borbónico
Códice azteca con glosas en náhuatl y español. Se confirmó autenticidad mediante:
Estudio de pigmentos y fibras.
Posibilidad de análisis del bilingüismo colonial temprano.
5. Archivo General de Indias
Colección de documentos administrativos coloniales. La combinación de técnicas forenses y filológicas permitió:
Atribuir autorías dudosas.
Estudiar el español jurídico y administrativo de los siglos XVI-XVIII.
Documentología lingüística vs. lingüística documental
Aunque relacionadas, no son lo mismo:
Lingüística documental: desarrolla lenguajes controlados para organizar y recuperar información en bibliotecas y archivos.
Documentología lingüística: valida la autenticidad y fiabilidad de textos usados como fuentes en investigación histórica.
Ambas comparten un objetivo común: garantizar integridad y precisión en el manejo de documentos.
Conclusión
La documentología no es un complemento opcional en la investigación lingüística histórica: es la garantía de que cada análisis se apoya en un cimiento sólido. Sin autenticidad documental, la reconstrucción de la evolución de una lengua queda comprometida.
“La lengua vive en la sociedad y se conserva en los documentos. La labor del lingüista histórico comienza donde la documentología confirma que ese testimonio es auténtico y digno de estudio.”
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